jueves, 4 de noviembre de 2010

EL PERFUME

Tu presencia es firme como todo lo humano. Es tu ausencia lo que huele. El perfume, este batín diminuto plegado sobre la silla de mi pensamiento. La toalla sin tus manos, todo en desorden. Las plantas buscan la luz por ver si te encuentran. Hasta los bolígrafos estiran sus capuchas como queriendo ver, queriendo verte y hasta he notado un desorden de baldosas en el salón. El olor es el instinto, la poesía. La risa del lenguaje, el jefe del sonido. El olor hace la atmósfera del cocido, del orgasmo, del pezón erecto que buscan los niños. Es tu ausencia lo que huele en estas mañanas sin ti cuando siento la necesidad de hablarte aniñado mientras apuñalo el instante con el teléfono.

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