jueves, 17 de enero de 2013

EL PASEO

"Los libros se escriben con besos".
Pablo Neruda.

Paseábamos el invierno por Segovia. Cuando comienzo un lugar extraño “que me lleven, si es posible, donde haya libros” que decía Baroja. Es la forma de sentirse en casa, la manera de emborracharse de los bibliotecarios. Y resulta que me encuentro en El Espejo compartiendo caterva con Valverde, Castelo y Luis Antonio de Villena. “Yo que parece que he nacido muerto”. ¿Eres tú? –me preguntas, y no sé qué contestarte. Ya casi no tiemblo –temblar es vivir un poco- por aquel verso sepultado en una década. Me sorprendo sin la ilusión de aquellas primeras muertes, con la metáfora pendiente, vigilándome la vanidad a base de tactos. Intento absorber tu cuello, tu olor, tus muertecitas de piel perfumada como si fueras la última saliva. Mastico tu pelo. Pego mi nariz sobre tu oreja, junto mis dientes en tu nuca. Todavía siento el frío cuando tus manos me sueltan.

No hay comentarios: