jueves, 17 de diciembre de 2015

LA ILUSIÓN

 “Antes no creía en nada, ahora ni eso”.
Chumy Chúmez.

LAS ILUSIONES NECESARIAS

Llega el saturnismo electoral del 20-D. Viene el capitalismo a imponer su libertad a base de eufemismos. Decía Orwell que “toda perversión comienza por el lenguaje”; “a las cosas por su nombre” decían Habeas Corpus. Ya los romanos llamaban a la democracia: “la dictadura del número”, porque las matemáticas tienen su mentira en la estadística que la Ley de Hont termina de falsear. Como vemos, la cosa tiene un rodaje. El Imperio ya daba “pan y circo” cuando se les torcía la papeleta. Para saber cómo hemos transigido está el libro “Soberanos e intervenidos” (Ed. Siglo XXI) de Joan Garcés, de quien podemos ver la entrevista “Otra vuelta de tuerka” por Youtube.

Al igual que Obama limpia la cara de EE.UU, Bergoglio lo hace con La Iglesia. El Sistema nos regala “Ilusiones necesarias” que dice Noam Chomsky en su libro homónimo. El propio Noam C. es una ilusión, como José Mujica, que tan bien le ha venido a Repsol y a “La Sexta” completando el círculo del paraíso fiscal.

“Podemos” ha venido a ilusionar a los niños. Barak O. se hizo presidente con el  “Yes we can” que asumió Pablo Iglesias desde la cola del paro de la Facultad de Políticas. Con un “Sí se puede” ramplón ha hecho estalinismo de fichaje y vedettismo televisivo. Luego se ha puesto estrecho y no ha querido cargar con “la mochila” de IU, porque ellos son de “crowfunding”, olvidando que existe la economía de la generosidad y la ideología de domingo acaba en el corralito de Tsipras y un Sirio en casa por navidad.

Hemos nacido y aquí estamos. Vale. Ahora se trata de gestionar el margen, y hay que empezar por escuchar a Reincidentes (“Vota a nadie”), leer a Saramago (“Ensayo sobre la lucidez”), y acabar admitiendo que a la guerra civil le sucede una paz militar y a ésta, un estado policial (como decía Bergamín a Malraux cuando le preguntaba: “¿Quién tiene los tanques?”). Y nos hacemos con los tanques, vale, pero llegamos a “El viento que agita la cebada” de Ken Loach para darnos cuenta que la lucha esteriliza y además cansa mucha sangre para que al final USA ponga oficina en La Habana. Luego llega Otegi para hacer “la palabra contraria” que tampoco dejan y chupa cárcel en plan Erri de Luca. Lo de “Alfon”, Molero o Nuria son más gotas de un mismo vaso.

Al final, la ideología necesita financiación porque hay que vacunar al perro con las semillas Bayer, regresando a la atávica contradicción del existir. Vivimos un límite con metástasis. Yo lo sufro 40 horas a la semana, pero en la esquina de mi soledad (donde vive tanta gente), sabemos que la democracia son los padres y a veces pienso que “me sé todos los cuentos” como decía León Felipe. Y hasta he vuelto a leer a Calderón.

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